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Mucha gente habrá oído hablar de Raymond Queneau y del Oulipo. Y si no, éste es un buen momento para conocerlos a ambos.

Bien, pues una de las obras oulipianas más conocidas de Queneau es Cent Mille Milliards de Poèmes, un conjunto de sonetos cuyos versos pueden combinarse unos con otros, dando así la posibilidad de componer los cien mil millones a los que alude el título.

En su edición original en papel, Queneau dispuso un sistema de lengüetas para hacer la labor combinatoria. Pero ¡ah!, una vez más las nuevas tecnologías salen al encuentro de la literatura, y he encontrado por ahí un par de páginas en donde poder armar los sonetos de forma digital, y con mayor facilidad para quien quiera trastear con ello.

Una está aquí, con una apariencia no demasiado amigable para el usuario. Presenta el aliciente de que tiene anotaciones. Va una imagen:

La otra es más sencilla de usar: simplemente metes un número (no negativo, ya lo advierten) menor que 100.000.000.000, y la página te genera uno de los sonetos. Incluso para los que no tienen imaginación suficiente para poner un número, hay una opción de «Random», y presenta un poema al azar. Además, esta segunda página tiene el mérito añadido de que los versos están traducidos al inglés, lo cual supone una doble dificultad para casar rimas, métrica y sentido. Aquí copypasteo un ejemplo. Es el soneto 53808160365994:

He bent right down to pick up his valise
For tea cucumber sandwiches a scone
The showman gargles fire and sword with ease
That suede ferments is not at all well known
The roundabout eats profits made on swings
The North Wind bites into his architrave
The fertile mother changelings drop like kings
As sleeping-bags the silent landscape pave
The fasting fakir doesn’t smell the less
With quill white-collared through his life will jog
Watching manure and compost coalesce
We’ll suffocate before the epilogue
Poor reader smile before your lips go numb
In cognac brandy is Bacardi rum?

Matemáticos y poetas ya tienen entretenimiento para un ratillo…

10 pensamientos en “Cien mil millones de poemas, de Queneau

  1. Después de tanto tiempo sin pasar por akí, Sr. Ordovás, me llevo una alegría al comprobar que habla de Queneau. Ah, qué de recuerdos… Sí, sí, lo conocí. Muy amigo mío, era un chico muy prometedor de mi planet, ¿sabe?, nos conocimos en un viaje de estudios a Las Puertas de Tannhauser, un lugar de vacances muy popular Allá, del que ya le hablaré otro día.

    El caso es que era un chico muy majo, muy prometedor, como le digo, y tenía una novia extremadamente bella y muy bien peinada, Perec se llamaba.

    Pero el pobre Raymond acabó mal. Con tanto poemica, los Alkaldex Massimos se hartaron de él y lo desterraron, aborrecidos ya de la sobreabundancia de versos. Mira por dónde, ahora me entero de que acabó sus días Aquí, entre Vds.

    Qué melancolía.

    Saludos galaktoidales.

  2. Por cierto, Ordovás: eche cuentas, porque igual los sonetos son más, amigo… O mírese un dizzionario para el millardo.

    Avisado keda.

    Más besos nebulosos.

  3. Pingback: ¿Cien mil millones de poemas? « Vísperas de nada

  4. Hola, a quien me pueda ayudar yo quiero conseguir una copia del libro Cienmil millones de poemas. Yo vivo en Puerto Rico, si alguien me puede ayudar se los agradecere enormemente.

  5. Hola,me gustaría conseguir un par de copias en castellano, si alguien puede ayudarme le estaría muy agradecida.Un saludo

    • Hola. Hasta lo que yo sé no existe ninguna edición en castellano del libro, ni siquiera una traducción de los poemas.
      En cuanto a la versión original del libro, en Amazon Francia sí que puede encontrarse, por lo visto.

      • Muchas gracias.Si alguna vez tiene conocimiento de su publicación en castellano desearía que me lo comunicase.

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